Caminata a las termas
Voy por Primero de Mayo
rapidito como un rayo,
llego a la Padre Galay
avenida hermosa si las hay.
¡Güep! me gritan desde una bicicleta
es el señor que vende ruleta.
Sigo ligerito como me dijo el doctor
para combatir el colesterol,
pero frena el vendedor
que es muy conversador.
Palabras van, palabras vienen
siempre me entretienen.
Sin parar había dicho el doctor,
pero ¡cómo no voy a parar!
si nos gusta conversar,
así somos en Chajarí
como los patos sirirí.
Retomo la caminata
y justo viene Renata
que hace calor,
que tengo un dolor,
que qué lindo te queda ese color,
pasan diez minutos
y así, la caminata no da sus frutos.
Prosigo mi rutina
pero algo se mueve en la cina cina
me acerco y veo a una cardenilla
posada en la flor amarilla
¡cómo no fotografiar esa maravilla!
Así llego a los aparatos
ahí me quedo un rato,
eso está permitido
porque los músculos salen fortalecidos,
lo dijo el cardiólogo
y también el traumatólogo.
Sigo caminando con felicidad,
y cruzo la Avenida Libertad,
llego a la esquina ¡cómo no voy a parar
un ratito para orar!
a pedir mi bendición
y dar un nuevo envión.
Ahora sí, al trote hasta las termas
aunque no den más las piernas
¡vamos, vamos que no están enfermas!
Media vuelta y a regresar
eso sí, antes hay que hidratar,
a nadie le hace mal
un poquito de agua termal.
Vuelvo por la otra mano
en esta tarde de verano,
hay un concierto de mugidos
que llegan a mis oídos,
es que mañana hay remate
y los animales piden que alguien los rescate.
Avanzo con mi trote entre los atletas
con sus coloridas camisetas,
sin más interrupción
que otro momento para la religión,
luego sigo ligerito como me dijo el doctor
para combatir el colesterol.
Paso por la laguna
y veo al chajá por fortuna
sólo una fotito desde lejos
evitando los reflejos.
Ahora en rápida caminata
regreso a casa muy grata,
la Primero de Mayo retomo
y en breve por mi casa asomo,
con gran disfrute y felicidad
esperando otra oportunidad.
Natacha