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jueves, 30 de abril de 2020

Opuntia Ancalada


Inspirada en Punta Alta💓

                                             Opuntia Ancalada
     En la pista de salud y otros sitios rosaleños similares, donde aún se conserva la vegetación autóctona a su alrededor, los caminantes disfrutan sus paseos mientras el viento marino los acaricia dejándoles una suave salinidad en la piel.  Van acompañados por sus mascotas,  en grupo o en soledad. También  ciclistas y  deportistas pedestres ejercitan entusiasmados con la esperanza de subir  al podio, compartir una pasión deportiva con sus semejantes, gastar energías o  simplemente para mejorar  la calidad de vida.
    
     En estas rutinas, alguien de pronto se ve sorprendido por una opuntia, una tuna u otra  suculenta semejante, como si esa planta nunca hubiese existido allí.  Ciertamente  estuvo y está reciclándose desde tiempos inmemorables,  pero es como si aflorara para cada transeúnte  que la descubre, se reinventa  con una potente atracción inexplicable, irradiando una energía especial que llama la atención.  Este fenómeno sucede por  la fuerza que emana de estas cactáceas rosaleñas, que han convertido sus hojas en espinas para resistir.  Sí, de resistencia, de eso se trata...  
     
     Cuenta la leyenda, que cada ejemplar de esta especie nace justo en el lugar donde  vivía  un integrante de los pueblos originarios que habitaban estas tierras.  Ellos, los dueños  de estos terruños por derecho propio, eran parte de la tierra y ésta a su vez, parte de ellos. Su posesión era natural y política, porque se las habían otorgado las autoridades a cambio del apoyo en la lucha contra las invasiones de otros grupos.  Cuando la ambición económica superó a la ingenuidad de los autóctonos, los funcionarios desestimaron promesas o acuerdos,  avanzando y avasallando derechos, a tal punto que los obligaron a desplazarse hacia el sur del país.  Con todo lo que implicaba este desarraigo, migraron dejándolo todo, con la angustia de no poder resistir al autoritarismo.
      
     Hoy las opuntias y sus parientes vegetales se yerguen por doquier intentando buscar  justicia para el amo innato.  Se hacen visibles en  estos  espacios elegidos masivamente  por quienes andan, pasean, marchan, caminan, trotan  o corren, y no es casualidad, sino que es  una forma de manifestar la presencia ancestral  de los  nativos  en estos territorios medanosos, que a través de estas plantas recuerdan su existencia.  Por eso cuando circulen por ahí, no las depreden, porque tienen además de las  funciones ecológicas, una función histórica.👈👀


Imágenes tomadas entre 2017 y 2018





















Esto es una creación  literaria, matizada con algunos tintes históricos y mucha fantasía.  Las opuntias existen,  pero no busquen en los libros de botánica las opuntias ancaladas,  no las encontrarán, son producto de la fusión   biohistóricoliteraria si se permite el término.

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